Ver a través de la nube
If you feel anything like I do, you probably feel bombarded by the IT world’s buzz phrase du jour, “cloud computing” and you, like me, have probably noticed that there is more than one definition for cloud computing being thrown around right now. With the number of ideas floating around the industry, it is no wonder that consumers are confused as to what exactly a “cloud” even is. Where things begin to get iffy is when “the cloud” evolves from just the cliched metaphor for the internet, into “cloud computing”, a giant fuzzy new frontier of uncertain meaning. To make things even more confusing is the fact that there are a multitude of different definitions for cloud computing and it seems that each techie, vendor, or company that you talk to, has their own idea as to what that meaning is.
Stepping away from digital jargon and defining it in simple layman’s terms, the cloud, at the most basic level, is the internet or the web of servers around the world that transfers data via fiber bandwidth connections . When someone says that their document is stored, or the digital task they are preforming, is in the cloud, they mean that their file, application, or software is housed on a server that is accessible over an internet connection, rather than on a “local” device like a computer’s hard drive.
Aunque el concepto no es nuevo, la forma en que se usa es. En los últimos años, el almacenamiento masivo de Internet se ha vuelto más barato y las conexiones a Internet han mejorado enormemente, haciendo posible que los programadores creen software remoto más sofisticado. Junto con este cambio, ha surgido el deseo expreso de los usuarios de tener una forma más fácil y refinada de compartir y colaborar a través de Internet. Este impulso ha llevado a proveedores basados en la nube que permiten a los usuarios ver, comentar y editar material con el uso de sus servicios. Todas estas cosas han impulsado considerablemente la industria de la computación en la nube.
Además de la necesidad del consumidor, las computadoras están avanzando de una manera que hace que la computación en la nube sea más deseable. Un iPad, teléfono inteligente o netbook carece de la gran cantidad de espacio en disco necesario para almacenar miles de canciones, cientos de fotos o almacenar todos los archivos y programas que una PC tradicional puede tener. Pero, si el producto está conectado a aplicaciones de almacenamiento en la nube o basadas en la nube, de repente ahora supera con creces lo que sugieren sus especificaciones de hardware. Con los archivos de almacenamiento en la nube y las aplicaciones que se ejecutan en servidores remotos, posiblemente podría viajar sin ninguna computadora y simplemente pedir prestado un dispositivo con acceso a Internet para hacer su trabajo.
Por lo tanto, en los últimos años y con una avalancha de productos y servicios basados en la nube, es seguro decir que la computación en la nube ya no es solo un desvanecimiento de TI. Con la computación en la nube viene lo que TI siempre necesita: una forma de aumentar la capacidad o agregar capacidades sobre la marcha sin invertir en nuevos data center infrastructure, training new personnel, or licensing new software.
